Para que podáis imaginar lo guapo que vamos a ir vestidos, jejeje, os dejo una maravilla creada de las manos de Javier Lobato, el nuevo compañero, que cada vez nos asombra más por su creatividad. El cinturón no se encuentra acabado del todo, faltan algunos detallitos, y tiene en la recámara algunas sorpresillas más.
Tras largos periodos buscando, hemos encontrado parte del material que utilizaremos, por lo que el disfraz en sí va alcanzando nuestras espectativas.
Y para ponernos fuertes y grandes, todas las noches nos pegamos entre pecho y espalda un kilo de pescaito frito de las Flores, un manolete de chope, media tortilla de Paco Culo y tres natillas de coco. (Pa reventá).
Lo mismo, de tanto comer, va a parecer que estamos haciendo un homenaje al Pepón, en vez de ser forzudos, aunque está claro que los forzudos se comían a una vaca para estar punteros en sus cometidos.
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